La fidelidad
Entre los varios temas que lleva implícito El Amor, uno de los más relevantes no es otro que la fidelidad, y es que buscamos desesperadamente una relación que nos brinde más que la seguridad genuina de que, el ser amado nos pertenece en cuerpo y alma, y que por vía de consecuencia, es respetada la relación sostenida; creo que no hay peor cosa, sentimentalmente hablando, que una infidelidad.
Esto es así por cuanto, afecta incluso el autoestima, admitámoslo! cuando somos engañados, muchas veces buscamos aquello que nos falta o que nos sobra, para así tener una razón por la cual fuimos engañado, no digo que siempre sucede esto, pero en la mayoría de los casos necesitamos justificar algo que tal vez, solo sea la naturaleza de esa persona, por que amigos míos, existen personas que tienen un pánico de aceptar los compromisos y de allí, el hecho cierto de que no pueden ser fieles a nadie.
No entiendo porque este extraño fenómeno sucede tanto en los hombres, no digo que no existen mujeres con miedo a comprometerse, pero los hechos nos arrojan que en su gran mayoría, son los hombres a quienes les da terror perder esa libertad “masculina” de estar sin ataduras de ninguna clase, basta con que le hables a uno de ellos de enseriar la relación y veras como saldrá volando de tu vida (rara vez se quedan).
Lo cierto del asunto, es que la infidelidad va ligada a muchas cosas, y que lamentablemente es una de las peores enfermedades de las cuales sufre hoy en día el amor del siglo XXI, mal éste que hace algunos años era casi de exclusiva ejecución de los varones, pero vemos como ese papel, ha sido suplantado en gran parte por las féminas, me duele admitirlo, pero es así, nosotras nos hemos adaptado a la modalidad de la infidelidad de forma muy correcta, tanto que inclusive puede llegar a ser más dolorosa una infidelidad cometida por una mujer, que por un hombre, pero recordemos señores y aunque suene feo!: la honra de los caballeros reposa en la capacidad de la mujer de ser toda una dama en una relación y ser capaz de soportar todo sin llegar a cometer el pecado de ser infiel.
La gente afirma que cuando se esta completamente enamorado los seres humanos somos incapaces de engañar a nuestra pareja, pues déjenme decirles que disiento de esa idea señores, pues en más de una oportunidad he podido escuchar esa famosa retórica de que: yo amo a mi mujer o marido, ella o él no significa nada para mí… Si no significa nada, porque rayos estas con esa persona. A veces intentamos engañarnos a nosotros mismos, fingiendo que el estar con otra persona no es tan grave, aunque en el fondo el que nos hicieran una infidelidad, nos puede causar tanto daño, que se puede a llegar en algunos casos a morir por un desamor.
La desconfianza es el veneno del alma, es aquel parasito que se adentra y va acabando con tus ilusiones y esperanzas, parece mentira como un solo sentimiento puede llegar a destruir un imperio de emociones y en algunos casos, llegar a matar el más grande amor, todos sabemos lo que se siente, incluso aquellos que presumen no padecer de ese tipo de mal que ellos denominan: carencia de madurez emocional, aquellos que dicen que los libros de autoayuda han permitido elevar su nivel de autoconocimiento y de “Madurez Emocional”
Amigos, la fidelidad no abarca solo la idea del respeto, sino que es una de las formas más completas de lograr cultivar la confianza, la confianza en los demás e incluso en nosotros mismos, el tener la certeza de que existen cosas buenas en el mundo y que el ser humano no ha perdido la esencia de la honradez, el respeto y valor por los sentimientos de otros. Algunos pueden decir que es un trabajo casi imposible, porque que vivimos en un mundo de tentaciones. Pues no es así, verdaderamente si existen personas que saben apreciar lo que poseen, y no necesitan estar brincando de cama en cama para probarle nada a nadie. No nos dejemos arrastrar por esa moda de llevar un conteo con los amigos y amigas de cuantos cuerpos he conocido. La verdad mis queridos lectores es que todos queremos amor, y amor verdadero incluso, esa amiga o amigo que presume el hombre o la mujer de cada fin de semana, ellos en resumidas cuentas, también quieren que los quieran, es nuestra esencia, nacimos para estar en pareja.
Entre los varios temas que lleva implícito El Amor, uno de los más relevantes no es otro que la fidelidad, y es que buscamos desesperadamente una relación que nos brinde más que la seguridad genuina de que, el ser amado nos pertenece en cuerpo y alma, y que por vía de consecuencia, es respetada la relación sostenida; creo que no hay peor cosa, sentimentalmente hablando, que una infidelidad.
Esto es así por cuanto, afecta incluso el autoestima, admitámoslo! cuando somos engañados, muchas veces buscamos aquello que nos falta o que nos sobra, para así tener una razón por la cual fuimos engañado, no digo que siempre sucede esto, pero en la mayoría de los casos necesitamos justificar algo que tal vez, solo sea la naturaleza de esa persona, por que amigos míos, existen personas que tienen un pánico de aceptar los compromisos y de allí, el hecho cierto de que no pueden ser fieles a nadie.
No entiendo porque este extraño fenómeno sucede tanto en los hombres, no digo que no existen mujeres con miedo a comprometerse, pero los hechos nos arrojan que en su gran mayoría, son los hombres a quienes les da terror perder esa libertad “masculina” de estar sin ataduras de ninguna clase, basta con que le hables a uno de ellos de enseriar la relación y veras como saldrá volando de tu vida (rara vez se quedan).
Lo cierto del asunto, es que la infidelidad va ligada a muchas cosas, y que lamentablemente es una de las peores enfermedades de las cuales sufre hoy en día el amor del siglo XXI, mal éste que hace algunos años era casi de exclusiva ejecución de los varones, pero vemos como ese papel, ha sido suplantado en gran parte por las féminas, me duele admitirlo, pero es así, nosotras nos hemos adaptado a la modalidad de la infidelidad de forma muy correcta, tanto que inclusive puede llegar a ser más dolorosa una infidelidad cometida por una mujer, que por un hombre, pero recordemos señores y aunque suene feo!: la honra de los caballeros reposa en la capacidad de la mujer de ser toda una dama en una relación y ser capaz de soportar todo sin llegar a cometer el pecado de ser infiel.
La gente afirma que cuando se esta completamente enamorado los seres humanos somos incapaces de engañar a nuestra pareja, pues déjenme decirles que disiento de esa idea señores, pues en más de una oportunidad he podido escuchar esa famosa retórica de que: yo amo a mi mujer o marido, ella o él no significa nada para mí… Si no significa nada, porque rayos estas con esa persona. A veces intentamos engañarnos a nosotros mismos, fingiendo que el estar con otra persona no es tan grave, aunque en el fondo el que nos hicieran una infidelidad, nos puede causar tanto daño, que se puede a llegar en algunos casos a morir por un desamor.
La desconfianza es el veneno del alma, es aquel parasito que se adentra y va acabando con tus ilusiones y esperanzas, parece mentira como un solo sentimiento puede llegar a destruir un imperio de emociones y en algunos casos, llegar a matar el más grande amor, todos sabemos lo que se siente, incluso aquellos que presumen no padecer de ese tipo de mal que ellos denominan: carencia de madurez emocional, aquellos que dicen que los libros de autoayuda han permitido elevar su nivel de autoconocimiento y de “Madurez Emocional”
Amigos, la fidelidad no abarca solo la idea del respeto, sino que es una de las formas más completas de lograr cultivar la confianza, la confianza en los demás e incluso en nosotros mismos, el tener la certeza de que existen cosas buenas en el mundo y que el ser humano no ha perdido la esencia de la honradez, el respeto y valor por los sentimientos de otros. Algunos pueden decir que es un trabajo casi imposible, porque que vivimos en un mundo de tentaciones. Pues no es así, verdaderamente si existen personas que saben apreciar lo que poseen, y no necesitan estar brincando de cama en cama para probarle nada a nadie. No nos dejemos arrastrar por esa moda de llevar un conteo con los amigos y amigas de cuantos cuerpos he conocido. La verdad mis queridos lectores es que todos queremos amor, y amor verdadero incluso, esa amiga o amigo que presume el hombre o la mujer de cada fin de semana, ellos en resumidas cuentas, también quieren que los quieran, es nuestra esencia, nacimos para estar en pareja.
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